Blogia
correlavoz

La verdad sobre la mesa

La verdad sobre la mesa POR NELSON ARAMBURÚ
SECRETARIO GENERAL COMISÍÓN ETICA CONTRA LA TORTURA

Después de años de arduo trabajo
Pusimos la verdad sobre la mesa

El Domingo 28 de noviembre un Lagos aún reticente entregó al conocimiento del país el informe elaborado por la Comisión de Prisión Política y Tortura. Y lo de reticente no es una casualidad pues justamente esas son las demandas de las y los sobrevivientes de comisarías, cuarteles, regimientos, bases aéreas y navales, centros secretos de tortura, estadios, barcos, gobernaciones y cárceles de la dictadura militar, durante años exigimos la conformación de una comisión de este tipo, con el fin que se diera una cuenta oficial de los crímenes y atrocidades cometidos durante 17 años por funcionarios del Estado en contra de cientos de miles de indefensos ciudadanos.

No fue fácil. Para que la verdad emergiera con toda su fuerza y estremeciera al país tuvieron que pasar 14 años más desde que las FFAA entregaron el gobierno.Y no sólo eso sino además las movilizaciones y funas en contra de agentes y recintos de tortura (incluido el Buque Escuela Esmeralda), la presión internacional de los organismos y personalidades de DDHH, además del desarrollo de los procesos judiciales y las peticiones responsables que las y los ex presos políticos hicimos llegar al Gobierno.

Este informe deja en ridículo la cómoda tesis esgrimida por la derecha chilena y a aquellos que por 31 años nos plantearon un empate moral: “que a partir de 1973 hubo un enfrentamieno en Chile en el que hubo muertos de un lado y otro”. Hoy, con el informe sobre la mesa, preguntamos: ¿dónde están los uniformados, los agentes de seguridad, los policías, jueces, periodistas, funcionarios del Estado, empresarios y dueños de fundo, torturados por los trabajadores o los militantes de izquierda?

Justicia digna y no mezquinas recompensas

Es lamentable que una iniciativa política de esta envergadura, y por la que este gobierno será recordado en la historia de la humanidad, sea rebajada por mezquinas consideraciones económicas. En vez de acoger las recomendaciones de reparación contenidas en el propio informe, y ceñirse responsablemente a los criterios establecidos internacionalmente para reparar a las víctimas de dictaduras, o de considerar las sobrias peticiones formuladas por las organizaciones de ex presos políticos o la Comisión Etica contra la tortura, Lagos y su ministro de Hacienda nos notifican que nuestro dolor, la miseria y el abandono en el que hemos vivido por años, nuestros proyectos de vida y nuestras familias destrozadas, sólo ameritan una pensión irrisoria.

¡No se puede hablar de dignificar a los testigos sobrevivientes de la dictadura y al mismo tiempo asignarles una pensión de 112 mil pesos!

Estamos claros que este informe es un paso significativo en la dirección éticamente correcta; que posibilita el reencuentro y la historia común de los habitantes de este país. Pero las verdades a medias generalmente atentan contra los nobles principios que les han dado origen.

Ocultar los nombres de quienes amparados en la armas y los recursos del Estado, secuestraron, torturaron, violentaron y degradaron a millares de chilenos y chilenas, sólo tiende un cómplice manto de impunidad.Y la impunidad le hace mal a Chile.Permite, a pesar de las declaraciones y los formalismos democráticos, que Carabineros maltrate brutalmente a estudiantes, jóvenes, vendedores ambulantes y trabajadores en calles y comisarías; que Investigaciones continue apremiando en sus unidades; que los conscriptos continuen siendo sometidos a vejámenes en los regimientos, recintos navales o de la fuerza aérea; que persistan los tratos vejatorios a los presos y sus familiares en los recintos de gendarmería; y que continuen los allanamientos a poblaciones perifèricas o a comunidades indìgenas, tal y como operara la dictadura militar.

No nos equivoquemos. Sin toda la verdad, nuestra sociedad seguirá aquejada de injusticia, purulenta de hipocresía y necesitada de lucha y solidaridad.

0 comentarios