ORGANIZACIONES CHILENAS PREPARAN GRAN RECIBIMIENTO" A BUSH, PUTIN Y OTROS CRIMINALES QUE EN NOVIEMBRE PARTICIPARAN DE REUNION CUMBRE EN SANTIAGO

Por Pedro Ramírez, Malú Urzúa y Tomás Diriges

Martes 21, nueve de la noche en Nueva York. George W Bush discursea tranquilo en uno de los elegantes salones del Waldorf Astoria. El hombre cena junto a su plana mayor, dándose un respiro tras el round que lo enfrentó al mediodía con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Ante sus hombres de confianza -Colin Powell en primera fila- Bush repasa con calma su intervención ante la 59° Asamblea General de la ONU donde defendió la intervención en Irak.

Martes 21, nueve de la noche en Serrano 444, entre Cóndor y Santa Isabel, a cuatro cuadras de la Alameda. Desconocedores del sosiego que a esa misma hora embarga a Bush, un grupo de chilenos planifica una protesta que haga saltar las medidas de seguridad que rodean al Presídante de Estados Unidos. La cita es en un sindicato de la construcción. Allí, en el segundo piso de una casona de fachada verde hilo y vecina a una sala cuna, la asamblea de la "Coordinadora Anti Apec" tira líneas para sorprender al servicio secreto y al FBI.

En el primer piso, aj enos a la estratégica discusión que se desarrolla escalones arriba para torcer el destino del mundo,
algunos "viejos" del sindicato "se sirven" unas crujientes marraquetas con tecito, tan relajados como el mismísimo Bush en su cena del Waldorf.

El Terrorista número Uno

"La invitación es para todos los que quieran cagar lo más posible la visita de Bush a Chile". Así de directo es Marco Riquelme, dirigente de la Coordinadora y miembro del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, cuando explica cómo pretenden convertir a Santiago en la capital mundial de la antiglobalización en los mismos días en que el gobierno dará curso a la cumbre de los líderes del Foro de Cooperación Asia Pacífico, Apec, el 19, 20 y 21 de noviembre.

En esos tres días Santiago acogerá a 21 delegaciones que representan el 47% del comercio mundial, cerca de 300 grandes empresarios extranjeros y a varios de los más poderosos mandatarios del orbe. Además de Bush, a la cita asistirán, entre otros líderes, Vladimir Putin (Rusia), Hu Jintao (China), Junichiro Koizumi (Japón), Paul Martin (Canadá) y Vicente Fox (México). Un "paquete" que seduce a los movimientos antiglobalización que ya dejaron el desparramo en otras cumbres, como Seattle 1999 y Génova 2001.

Quedan 55 días para que se inicie en Chile la máxima cita de Apec y en la mente de los santiaguinos ya comienza a tomar forma la imagen de una ciudad intransitable, atestada de manifestantes y de caravanas de seguridad que trasladarán a los principales invitados.

-Apec es una plataforma para impulsar tratados de libre comercio que entregan en bandeja a las grandes empresas de los países poderosos los recursos no renovables -forestales, mineros, pesqueros- de los estados más pequeños, los que además salen sin pagar arancel -explica el dirigente de la Coordinadora, Jorge Pavez, integrante del FPMR. "No sólo nos oponemos a la depredación de los recursosirrecuperables, sino también a la cooperación tecnológica que impulsan los países de Apec que permite reemplazar la mano de obra por máquinas, generando un sistema en que las grandes empresas crecen sin absorber cesantía y ahogando a las Pymes -que en Chile representan el 80 % de la contratación de trabajadores-, que quedan
desamparadas y no pueden competir", agrega Riquelme.

Si usted le encuentra razón, tendrá la oportunidad de manifestarse junto a él en las tres jornadas de la cumbre: "Vamos a convocar a protesta nacional, tal como se hacía en dictadura, para el 19, 20 y 21 de noviembre. En el día con marchas en el centro y en las noches con protestas en las poblaciones".

Para evitar que la cita se transforme en un festival de peñascazos, el gobierno movilizará 3.500 carabineros (1.500 de civil),contingente aperado con 155 radiopatrullas, 182 motos todoterreno y tres helicópteros. En la Subsecretaría del Interior, repartición que coor dina la seguridad de la cita Apec, reconocen que la imagen de Bush es "vendedora" si se trata de convocar a protestas. El subsecretario Jorge Correa Sutil apunta que "el derecho a manifestarse está
garantizado en Chile. Esperamos que esas demostraciones cuenten con los permisos necesarios, que se hagan dentro de un marco de paz y armonía, y en lugares que, por razones de seguridad, no sean cercanos a los recintos donde se desarrollen actividades de Apec o donde transiten personalidades".

-No está en nuestros planes pedir permisos y desde ya anunciamos que vamos a protestar en las calles que serán cerradas para la Apec. Tenemos derecho a caminar por los lugares de nuestro país donde no queremos que camine gente como el terrorista número uno del mundo: Bush -responde Riquelme.

Correa Sutil no se queda atrás: "Si hay manifestaciones no autorizadas, se les dará el tratamiento policial que corresponda. Si van por la vereda y no generan problemas de seguridad, bien. Y si hay problemas, se aplicarán medidas de disuasión, en primer lugar. Pero no van a acceder a los lugares de reunión de Apec".

Para este viernes 24 la Coordinadora tenía programado dar el pitazo inicial a las protestas con una "Funa" a Ricardo Lagos Weber. El hijo del Presidente es el jefe de los altos representantes de los 21 países que participarán en el foro Apec.

Hombres de negro en la Estación Mapocho

Esta semana se realizó en Santiago la reunión de las "avanzadas" de las delegaciones que asistirán a la cumbre. "Se les explicó todo el programa: cómo será el orden de llegada al aeropuerto, quién se encargará de sus maletas, cómo será el traslado al hotel, cómo deben acreditarse los delegados, los lugares con acceso restringido, el número de vehículos que podrán ingresar, la cobertura de salud que tendrán. También se entregó el programa de la cumbre misma: a qué hora deben salir del hotel para ir a las reuniones, cómo será la caravana de seguridad que los llevará, quién los esperará en la
entrada, dónde los sentarán, etcétera", cuenta el director ejecutivo de Apec Chile 2004, Milenko Skoknic. En esta suerte de preparatoria general también participaron avanzadas de los organismos policiales y de seguridad de los distintos mandatarios. Casi todos de rigurosos trajes negros, lentes oscuros, pelo corto y mirada de pocos amigos, los agentes se
pasearon por la Estación Mapocho, Espacio Riesco y Casa Piedra -tres de los escenarios donde se desarrollarán reuniones-, inspeccionando vías de escape, accesos y otros detalles que pueden ser claves en caso de estampida.

Si bien algunas versiones de prensa han especulado con posibles atentados tipo Al Qaeda, por el momento no hay informaciones que avalen tales hipótesis. La única preocupación con asidero en el horizonte de La Moneda son las manifestaciones de los grupos antiglobalización. El gob ierno no quiere pasar el bochorno de imágenes con apaleos y barricadas que recorran el mundo, como sucedió en Seattle, donde cerca de 50 mil manifestantes consiguieron cancelar la ceremonia inaugural do la III Conferencia Ministerial de la OMC, o en Génova, donde la muerte de un activista empañó una
reunión del G-8.

La Coordinadora lanzó una invitación general a simpatizantes extranjeros; especialmente latinoamericanos. De hecho, algunos artículos sobre el clima que se está incubando en Chile han aparecido en páginas web de España y Ecuador. Pero Correa Sutil niega que los controles migratorios aduaneros cuenten con "listas negras", como se ha publicado: "En este país son bienvenidos todos los extranjeros, y chilenos, que no tengan orden de detención internacional o nacional".

Para la protección de sus autoridades, las avanzadas de seguridad también han coordinado con Carabineros el ingreso de armas, autos blindados v detectores de expl osivos y de ataques químicos. El diseño de seguridad contempla vigilancia externa e interna (con carabineros de civil) en los hoteles donde alojarán las delegaciones (el Hyatt completo fue reservado por los estadounidenses). El dispositivo para trasladar a un mandatario dentro de la ciudad incluirá dos motos de tránsito, un radiopatrulla, tres autos de seguridad, una van para la comitiva y dos motos todoterreno. A eso se agregará vigilancia en las azoteas, con francotiradores en algunos casos, y en el subsuelo (alcantarillados y estaciones de Metro).

-Nos violenta que vengan de servicios secretos extranjeros, agentes de seguridad, a determinar las mejores condiciones para que transiten sujetos que no queremos en nuestro país -reclama Riquelme. Los dirigentes de la Coordinadora acusan que la prensa y el gobierno han iniciando una campaña de "criminalización" contra los manifestantes y apuntan a artículos publicados por El Mercurio, en lo s que se especula que La Moneda endurecerá la mano. "Incluso, a partir del secuestro en la escuela de Rusia se empezó a hablar de lo que podía pasar en la Apec, tratando de identificar a los manifestantes como terroristas", apunta Riquelme.

-No somos terroristas. Estamos contra la globalización, porque la entendemos como un intento de insertar a Chile en el mundo, sometiéndolo a los lineamientos de quienes dominan la economía internacional. Y a quienes tratamos de defender los recursos naturales y la soberanía se nos tilda de subversivos -agrega Pavez.

Respecto de los posibles desbordes violentistas de las manifestadones, Riquelme es claro: "Nosotros convocamos, pero no
repartimos reglamentos acerca de cómo se debe protestar. Si no nos dejan protestar, vamos a defender el derecho a hacerlo. Y la gente verá cómo expresa esa defensa. Hay poblaciones en las que se han hecho barricadas reclamando que pongan un semáforo porque atropellaron a un niño, y a nadie se le ocurre llamarlos terroristas. Lo verdaderamente violento es que vengan a la Apec empresarios extranjeros que han arrasado hectáreas de bosque nativo y políticos que han apoyado la masacre en Irak".

Es difícil que la Coordinadora certifique que no habrá violencia callejera. Sus dirigentes dicen que los grupos que la componen son autónomos y que hace poco trabajan juntos, por lo que aún no están tejidas "todas las confianzas". No está claro en qué terminará está curiosa sociedad de anarcos, ambientalistas, punkies, sindicalistas y hiphoperos. La única certeza, a estas alturas, es que Bush consiguió juntarlos.